ANIMAL DE GRANJA
Me pregunto que hago frente a una pantalla, un espacio incomunicado y frío. El receptor es estimulado artificialmente, sintomatizando sensaciones que realmente se darían, si existiera un flujo de comunicación a tiempo/lugar real entre receptor y emisor.
Efectivamente, no veo el televisor, consumo televisión. Soy un animal racional que no consumo para vivir, sino como una acción que me relaciona con el entorno, desempeñando el papel de una pieza dentro de una espiral económica.
Soy un objeto animado que engorda por medio del consumo, para sostener un mecanismo impuesto como modo de vida.
No encaja una persona que compra, hace falta consumir hasta cuando creemos que no lo estamos haciendo. Moldean y definen nuestros gustos, necesidades y demandas. Definiendo y esculpiendo un canon que estandariza nuestra forma de pensar, identificar, incluir, excluir y rechazar.
No voy a alimentar a un cerdo para que simplemente viva, le acostumbraré a tener comida en exceso y a que coma sin necesidad, para que engorde y proporcione jamones.
No hago hincapié en el hecho de vivir según un sistema basado en el papel-moneda físico o digital, en el que se tiene un salario o riqueza material para canjearla y vivir, sino en el exceso voluntario o involuntario que se hace de este sistema; no utilizándolo como herramienta o forma de ordenar el intercambio de objetos, más bien, como una vorágine acumulativa y especulativa que refuerza al capitalismo, empobreciendo a la persona.
Comentarios
Publicar un comentario
Tu aportación es importante, nos ayuda a mejorar, gracias.