ALIMENTOS GLOBALIZADOS



¿Por qué consumimos alimentos  cultivados a  6000 o 7000 Kilómetros?; frutas, verduras, legumbres...

Entristece  ver las millones de hectáreas en desuso  que componen nuestro territorio. El sector agrario es una pieza estratégica de todo país, el abandono y  apaleamiento  que sufre desde décadas, nos empobrece.

Podemos tomar de ejemplo, lo acontecido en algunos países del continente africano que a consecuencia de la hambruna, se les suministro  gratuitamente alimentos, que posteriormente se dejaron de producir en esos lugares, y consecuentemente se convirtieron en dependientes. Y me preguntó:  ¿quién se lucra de la desgracia humana?.

No hay que quitar la mirada del campo, en todo caso hay que reforzar la producción agrícola.

Los   actuales tratados internacionales de libre comercio, dejan indefensos a los agricultores y agricultoras, porque son incapaces de competir contra los productos producidos en otros países, en los cuales se practica el trabajo infantil, la destrucción de la naturaleza para cultivos y brillan por su ausencia los derechos sociales y la protección laboral, careciendo de derechos laborales y sueldos dignos. Países que exportan toneladas de alimentos y su población lucha por vivir con 1 $ al día. ¡Qué brutal y cruel incoherencia!.

Antes en España, las empresas productoras de azúcar acordaban, previo al cultivo de remolacha, un precio de venta. En la actualidad, no se garantiza la compra y además el precio es inferior a su coste de producción. Esto sucede por la compra de los alimentos en mercados internacionales fruto de la globalización.

Está en nuestras manos como consumidores y consumidoras, exigir el etiquetado de origen del alimento y el precio que es destinado al agricultor o agricultora, para que en nosotrxs esté la decisión de compra. Es la herramienta que nos facilitaría un consumo responsable y sostenible. Dado que no sólo, no producir alimentos en nuestro  país nos empobrece, sino también perjudica  en su globalidad al medio ambiente por el transporte al que se ven sujetas aquellas mercancías que distan de nosotros miles de kilómetros.

Una legislación al respecto,  solventaría la despoblación rural  y el exceso de emisiones de CO2,  fomentando y facilitando el consumo de cercanía o km 0.

Comentarios