ESTAMOS EN GUERRA

 


No hace mucho que me he percatado que estamos en guerra, una guerra no convencional. En este caso, luchamos contra un virus; invisible, sin ejército, sin patria ni motivación. Probablemente, no se ha dicho las suficientes veces o de forma clara y alta que estamos en guerra, porque sino, el comportamiento de la población sería de otra manera, intuyo que más colectivista y menos individualista o egoísta.

Hablemos claro, el enemigo está matando y destrozando vidas de nuestros hermanos y hermanas. Más que en guerras sufridas anteriormente. Y de mientras: parte de la población se enzarza en debates absurdos, muchxs nos creemos expertxs epidemiólogxs, algunxs niegan la mayor, otrxs buscan el vacío legal de la norma, etc.

No exagero, la evidencia está enfrente de nuestros ojos:

  • Hospitales de campaña.
  • En los hospitales se practica medicina de guerra, porque el criterio edad toma relevancia.
  • Colegios cerrados.
  • Todxs fabricando equipamiento para el campo de batalla ( EPIs, mascarillas, artilugios que detectan a la persona infectada...).
  • Cierre de fronteras.
  • Limitación de libertades.
  • Militares en las calles.
  • ...

Como en los documentales históricos de guerras pasadas.

Nuestro casco es la mascarilla y nuestra esperanza la unión.

No tengo claro el futuro, pero proyectando el actual comportamiento humano, las personas o países que puedan sufragarse la vacunación, lo harán y los que no, migranran a un lugar a salvo. De momento, parece ser que ya hay una vacuna, pero desgraciadamente la infraestructura y medios necesarios para administrarla, no son accesibles para gran parte del Sur terráqueo. Espero que la buena voluntad de la Unión Europea de comprar vacunas para países sin recursos económicos suficientes, se pueda materializar y no se volatilice. Aunque el propósito no sea otro que protegerse y se disfrace de solidaridad.

Esperanza es vivir el día a día, aunque sea difícil cuando eres consciente de la realidad que esconde está situación. No hay héroes ni heroínas que nos salven, como en las películas, sólo estamos nosotrxs y el salvavidas del colectivismo para salvarnos.

 ¡Despertemos y unámonos!. Sino, la vida será cuestión de suerte, y dependerá de la errática dirección del viento.

¿Vas a saltar para intentar agarrar al viento o vas a soplar junto a todos para cambiar su dirección?

Parece difícil, pero no es más que una cuestión de unidad, ya habrá tiempo para las diferencias. Ahora toca sumar y multiplicar.

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