ORGASMO

 


Tu cuerpo,

un lienzo sin dueño.


Bañados por el amor y el deseo,

el sudor dibuja nuestros sentimientos,

¡se acerca tormenta!,

los relámpagos nos advierten.


Silencio,

sólo roto, por el conjuro de los gemidos,

se nos escapa la vida,

y al instante, brota a raudales,

atravesándonos.

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