DIVISIÓN DE CLASES

 

Desde que tengo recuerdo, nos han inculcado la división de clases, y no tan sólo eso, la división por nivel de poder adquisitivo o capacidad de acumular riqueza. Este es el algoritmo que utiliza el capitalismo para clasificar su ganado, con el fin de sobrevivir y producir tanto de forma estable como ordenada, bajo el paraguas del egoísmo, competitividad e individualismo. Creando una densa niebla que nos impide ver otras formas de funcionar con criterios de generosidad, colaboración, colectivismo y sostenibilidad.

A mi modo de ver, actualmente, la división de clases en: alta, media y baja, más sus subdivisiones, no es la correcta. De hecho, creo que la propia división es un invento artificial, que nos separa y enfrenta, no dejándonos vernos como iguales, con humanidad.

En mi humilde opinión, la clasificación, producto de capitalismo, sería:

• CLASE PODEROSA. Ostenta el poder y lo ejerce de forma unilateral escudándose en una falsa democracia, con mecanismos de manipulación de masas y control; legislación injusta y favorable para sus intereses ocultos, monopolio de los medios de comunicación y otros circuitos, como los comerciales, bursátiles o de distribución. Diseminando la espora del pensamiento único.

• CLASE PRIVILEGIADA. Agente sin escrúpulos, necesario y facilitador de un sistema productor de desigualdades, injusticias y pobreza. Vasallos/as que rinden pleitesía, dado que tienen obsesión por la acumulación de riqueza, y carecen de empatía y valentía.

• CLASE LUCHADORA. Lucha por resolver las injusticias provocadas por el sistema y sustentadas por una minoría poderosa que se beneficia cruelmente de la gran masa social. Esta clase luchadora se basa en los principios de solidaridad, colaboración, equidad, igualdad, sostenibilidad, justicia social..., alimentándose de empatía para defender los derechos de todos/as y responder ante los atentados de deshumanización, de las clases privilegiadas y poderosas, que a pesar de ser minoría, acumulan el 90% de la riqueza de forma ilícita. La clase luchadora, sufre un gran desgaste, debido al esfuerzo ingente, sacrificio y renuncias a las que se ve abocada al plantear y luchar por un altermundismo, que rompe las relaciones de poder y privilegios que degradan a la sociedad y desangran al planeta.

• CLASE PASIVA. La gran masa de la sociedad, que sufre los designios del sistema, siendo ordeñada sin piedad, que bien por el efecto narcotizador de gran parte de los medios de comunicación; consciente,  inconscientemente, voluntariamente, por comodidad, por adoración y deseo de ser privilegiada, por necesidad u obligación, "eligen" ser figurantes necesarios en la historia que se escribe. Para algunas personas, por las circunstancias que sean, es mejor vivir con los ojos cerrados.

Aunque parezca que la clase pasiva, es el agente menos importante en el devenir del futuro o el cambio altermundista, es todo lo contrario. La clase poderosa, como una profecía, teme su despertar o afinidad/sensibilidad por los objetivos defendidos por la clase luchadora. Sólo con pensarlo, les recorre un sudor frío.

Es por ello, que como de una nana incesante se tratase, el poder no deja de radiar una deformación de la realidad, para tranquilizar a las masas. Su control es primordial, y en ocasiones, usan la herramienta del miedo para este propósito.

No necesitamos un David que luche contra Goliat, necesitamos un/a músico/a.

En la historia popular de nuestro país, ya se ganaron batallas con un tambor (el tambor del Bruch) y el resonar de las montañas, ¿por qué no una guerra que se lucha en silencio bajo nuestros pies?.

Bailar, saltar, sudar y gozar al son de la música, por un mundo solidario, colaborativo, generoso y sostenible, es posible. Recuperar al ser humano, humanizándolo. Está en nuestras manos, escribir la partitura, entre todas, y no por unas pocas personas.