EL LATIR DEL SALITRE

 

Los marinos temen a las criaturas que les acompañan en sus viajes, huyen del canto de sirenas.

Deben saber que el océano es karma, es nirvana,...

Los seres fantásticos que habitan el planeta, no temen a sus hermanas/as.

La leyenda dice que:

Sólo cuando la Luna brilla en su plenitud, el lobo sale del frondoso bosque para dirigirse al acantilado.

De las aguas nace una sirena, con lentitud felina, se posa sobre las rocas, 

canta,

canta sin cesar.

El lobo le acompaña con sus aullidos, empapando su piel de salitre.

El fruto de este canto, es arrastrado por los vientos marinos, impregnando de libertad a los/as habitantes de la Tierra, animándoles a bailar y entrelazar sus cuerpos piel con piel, cantar en forma de gemidos, y sudar el salitre que les hizo despertar.