TIERRA

 


Puñado de tierra seca, se desprende entre mis dedos,

terrones golpean mi pie, desnudo,

unido a la Tierra, engullido por el barro.

Lluvia clara, limpia mi rostro de hollín.

No soy dueño de nada, y en cambio, soy parte de todo.

Rasgo mis vestiduras con rabia, y grito; LIBERTAD. Pero nada cambia, en la certeza de la incertidumbre.

Esqueletos de árboles, me empujan en la senda,

en el borde del fin del mundo, donde terminan los océanos,

me alzó ante el abismo, le plantó cara, encontrando su reflejo.

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