SISTEMA TRIBUTARIO INJUSTO



Como prometí en el artículo anterior "DESMANTELAMIENTO DE LA SANIDAD", procedo a contaros el mágico mundo del sistema tributario español.

Una parte densa de las rentas más bajas tributan a un tipo medio muy similar al que soportan algunas  de las rentas más altas. Podría parecer un error, pero es realidad gracias a los impuestos indirectos como el IVA  y especiales (carburantes, energía eléctrica,...), que graban independiente del nivel de renta, penalizando a las personas con menos recursos. Lo mismo sucede con las cotizaciones a la Seguridad Social porque hay un tope mínimo y máximo. El siguiente enlace aporta datos numéricos que soportan estas conclusiones (España, un sistema fiscal muy injusto).

Una de las potenciales cualidades de un sistema tributario justo y equitativo, es la redistribución de la riqueza. Si seguimos en la senda de dar mayor peso a los impuestos indirectos aumentaremos premeditadamente la pobreza  y alimentaremos la brecha social, perjudicando a la mayoría y beneficiando a unas pocas personas.

Esta situación se agrava más, cuando se echa un vistazo al impuesto de sociedades. Según relata la normativa vigente respecto al impuesto de sociedades, es que las empresas deben de tributar al 25%, los bancos y empresas de hidrocarburos al 30% de sus beneficios. En cambio, la realidad dista mucho de la teoría, dado que de media en 2019: los grupos consolidados y grandes empresas tributaron al 8%, las medianas empresas al 14% y las pequeñas al 19%. Además,  si nos comparamos con la Unión Europea, el tipo medio del impuesto de sociedades está 7 puntos por debajo.

En conclusión, si miramos la nómina media de una persona asalariada, paga más impuestos, en valores relativos, que una empresa, por lo tanto contribuye más y de forma injustamente desigualdad a la sociedad.
Sin entrar a valorar todo el despiadado IVA que se carga a sus espaldas.
Sería justo pensar, que si la masa asalariada contribuye porcentualmente en mayor medida a alimentar y a financiar al estado, éste debería responder ante ellos y ellas. Curiosamente esto tampoco sucede, y me da pie  para un próximo artículo en el que trataré sobre la democracia.

¿Hacienda somos todos y todas?

Prueba a darle un vistazo a tu nómina, si tienes la suerte de tenerla.

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